Actualmente, hay muchas definiciones que giran alrededor del término coworking. No obstante, para saber qué es un coworking hay que situarnos en un sistema de trabajo en el que profesionales de diferentes sectores y segmentos comparten un mismo espacio de trabajo, ya sea físico o virtual, para desarrollar sus proyectos independientes que forman parte de un proyecto conjunto.
Aunando a todos estos profesionales se consigue fomentar la colaboración, la creatividad, el talento y la comunicación. Engloba, principalmente, a profesionales autónomos y startups que se agrupan en un mismo espacio. ¿La finalidad? Unir fuerzas para que el desarrollo de las ideas y los proyectos fluya de una manera más cómoda y segura.
La gran diferencia de qué es el coworking con respecto a cualquier centro de trabajo o las tradicionales oficinas es la presencia del gestor. Este se encarga de que los profesionales que integran el coworking se conozcan mejor y se desarrolle entre ellos el clima y el ambiente necesarios para fomentar las dinámicas de colaboración.
En realidad, qué es el coworking se puede responder como un nuevo formato de oficina en el que se comparte espacio con otros profesionales y otras empresas. Un ambiente agradable y especialmente creativo en donde se fomentan el contacto y la generación de oportunidades para el trabajo y el desarrollo de todos los proyectos.
En cierta manera, los espacios de coworking aportan un ambiente y una serie de ventajas con respecto a las personas que quieran trabajar solas. Además, es una magnífica oportunidad para los profesionales que quieran aunar esfuerzos y nutrirse de otros trabajadores. De alguna forma, digamos que así el trabajador puede sentir mucho más que forma parte de algo.
Desde hace unos años, cada vez son más los nuevos espacios de coworking que se vienen creando. En ellos, los profesionales apenas necesitan de un portátil, un teléfono y una buena conexión a internet para ejercer su labor. Suelen ser programadores, diseñadores, periodistas, comerciales, consultores, gestores de comunidades online, etc.
Todos ellos se enfrentan a un ambiente de trabajo en el que priman la motivación y el aporte de ideas frescas e innovadoras. La interacción con otros coworkers favorece el intercambio de conocimientos. La diversidad de opiniones repercute en la satisfacción en el trabajo, la productividad y el rendimiento.
Si uno se pregunta qué ofrece el coworking, está claro que se trata de un lugar en el que siempre hay cosas nuevas que aprender. El crecimiento tanto laboral como personal puede resultar más que beneficioso. Las nuevas profesiones se mezclan con las más tradicionales aportando una experiencia e ideas innovadoras que trabajando en solitario no se consiguen.
Trabajadores autónomos y de empresas pueden verse beneficiados de estos espacios de coworking. La idea de trabajar desde cualquier sitio y al mismo tiempo es muy productiva para el desempeño de cualquier actividad.
Ni que decir tiene que esta forma de trabajo tiene sus ventajas y sus inconvenientes, que pasamos a analizar a continuación.
En los últimos años, el concepto colaborativo en el que se inserta el coworking se está nutriendo de un buen número de metodologías de trabajo. Especialmente, están encaminadas dentro del sector del teletrabajo y se desarrollan de una manera similar al propio coworking. En muchos lugares ya se están poniendo en práctica con verdadero éxito.
Una de estas nuevas alternativas al coworking lleva por nombre hot-desking. Se trata de un lugar de trabajo en el que participan muchas personas de forma simultánea pero que no supone grandes espacios. Hasta el punto de llegar a ser un mismo escritorio o una zona de trabajo que solo se usa cuando se necesita o durante un tiempo asignado.
Por otra parte, antes de la llegada del coworking las alternativas se reducían a trabajar desde casa o alquilar una oficina. Un coste que en la mayoría de los casos es bastante alto en comparación con este nuevo sistema. Algo que este tipo de economía freelance no puede llegar a permitirse.
En definitiva, aquellos que se preguntan qué es el coworking solo tienen que acudir a las acepciones que giran alrededor de él: motivación, aporte de ideas frescas e innovadoras, flexibilidad, tranquilidad de trabajo, reducción de costes, formación y aprendizaje, cooperación, comodidad y adaptación, etc.
Trabajar en un espacio de coworking supone llegar a todos y cada uno de estos elementos. Lo cierto es que las ventajas son mucho más numerosas que los inconvenientes, tanto si se trata de un espacio de coworking físico como virtual. La puesta en común de conocimientos e ideas condicionará de forma muy positiva el trabajo de cada uno.
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